
En la cena de Navidad L. su hermano mayor (mayorisimo) nos cuenta que para el año entrante piensa vacacionar nuevamente en Japón. Frente a nuestra sorpresa y advertencia de cuidado con las nubes volcánicas, las cenizas y los terremotos nipones, decidí cortar con la adultez protectora y jugarle una broma con M. La agarro fuerte y le digo:
Yo: " Viste que L. se va de nuevo a japón? que genial? Que le pedimos esta vez?"
M.: " Que se quede...!"
Dulce, dulce, dulce de mi alma! No podía existir respuesta más auténtica que la tuya.
Sos lo más!
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