Después de algunos períodos de amor odio, volvió al romanticismo con su papá. Lo ve y lo abraza, lo busca, le juega y hasta aceptó irse a dormir con él y liberarme unos cinco minutos al menos.
Hoy se tiraron juntos en el sillón a ver la tele y ella se recostó sobre su panza.
M.: "Mirá mami, tengo una almohada que habla!"
:)
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