sábado, 26 de junio de 2010

La cena nuestra de cada día.

No se si el jardín, la edad, la otitis o la humedad de Buenos Aires están haciendo que M. cada dia esté un poco más rebelde que el día anterior. Ahora se la agarró con la hora de la cena. Los primeros diez minutos se porta como una senorita pero después, se levanta, empieza a gritar que hay mosnstruos en el baño, hacemos el ritual correspondiente, vuelve, come un bocado, corre, baila el waka waka (tan de moda en estos dias mundialeros), vuelve, come un bocado, se va, pinta un cuadro, vuelve, come otro bocado y asi podemos estar más o menos una hora o más. Yo me armo de paciencia (aunque sea de la piel hacia afuera), pero el papá a veces explota y no puedo decir que no tenga razón... en fin la cosa es que ayer no pudo más y se enojó mal. Este fue más o menos el dialogo que tuvieron:

P.: "M. por favor vení y sentate!
Cuando termines de comer te vas a hacer lo que quieras, pero ahora te quedás en la mesa y punto!!"


M.: .......(solo lo miraba y seguíaa haciendo la suya)
"
P.: M.? "Me estás escuchando? Te podés sentar?

".... M???? oime una sola cosa...
estuve preparando la comida para vos hasta ahora
y no pensás comer?????"


M.: .......(solo lo miraba y seguíaa haciendo la suya)

P.: "LA HI-CE PA-RA VOSSSS!!!!"

M.: ... (sonrisita) "Ay...sos un amor Papi"


Conclusión: ya no descubro si es una genia o una mocosa insolente! Igual, me mata.

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